Si te resulta difícil creer cómo la mente influye en el cuerpo, y por lo tanto, cómo tu mente puede influir en desarrollar una enfermedad, piensa en lo que ocurre en una fantasía sexual o en una pesadilla.

En ambos casos la mente, el pensamiento, genera una serie de reacciones químicas y eléctricas que alteran el organismo, sin que haya habido influencia externa. Únicamente con la mente.

En cuestión de segundos, sólo con la imaginación, un hombre puede tener una erección. Expresión gráfica de su pensamiento.

De igual manera, ocurre con una pesadilla. En la tranquilidad y paz de la noche, tu mente durmiendo imagina la peor de las historias y despiertas con sudor, angustia, taquicardia, miedo, náuseas… y todo por imaginar algo que sólo ha ocurrido en tu mente.

El cuerpo no distingue entre realidad y ficción. Todo lo que piensas tiene una influencia bioquímica en tu cuerpo.

Por esta razón, cuida tus pensamientos para cuidar tu cuerpo. No sólo es necesario que sepas comer bien, mover el cuerpo, descansar... también es importante que sepas pensar.