Cuando se retiran cereales y azúcar de la dieta, (y con ello incluyo pan, pasta, arroz, pasteles, bollería, etc.), no sirve recurrir a sustitutos “sanos" como pan de trigo sarraceno o pastel con harina de almendras y dátiles en vez de azúcar, o seguir comiendo pasta de lentejas o endulzar las infusiones con miel o agave o estevia. Dejar una adicción alimentaria no es sólo dejar ingredientes concretos sino CONCEPTOS… el concepto de la merienda o del postre o del premio. Seguir comiendo sustitutos no ayuda a superar la adicción y a la mínima (un mal día, falta de tiempo para cocinar, una celebración…) el cuerpo volverá a los antiguos hábitos rápidamente. Mantener la costumbre de paladear el sabor dulce concentrado, sea con dátiles o con zumo de uva o con miel, hará que sigas necesitando ese sabor dulce concentrado y cuanto más comas más vas a necesitarlo. La adicción es tremendamente insatisfactoria, pide más y más y es fácil terminar comiendo el pastel de dátiles además del croissant industrial. Si decides hacer cambios en tu alimentación, superar adicciones y dejar los carbohidratos (cereales y azúcares), hazlo radicalmente. No pierdas el tiempo buscando o ideando formas más "sanas"de seguir con los mismos conceptos y hábitos.