Es más fácil estar san@ que enferm@.

Cada una de nuestras células está programada para sobrevivir y hará todo lo posible, contra viento y marea, para mantenerse sana y viva. Precisamente de ahí nacen los síntomas, de la capacidad del organismo de buscar siempre el equilibrio y sobrevivir. 

Los síntomas son manifestación de tu salud, no de tu enfermedad. Dales la bienvenida y no trates de pelearlos o taparlos. Deja que tu cuerpo se exprese y te indique qué necesitas hacer para volver a sentirte bien.

Para sanarte es necesario ayudar al cuerpo desde la mente.  En consulta no sólo se trabaja mejorar la alimentación y hábitos de vida, también es importante analizar qué creencias tienes respecto a la salud y enfermedad.