La necesidad de picotear todo el día, las bajadas de energía, los cambios de humor, las adicciones alimenticias (café, dulces, pan, pasta...), la ansiedad, estados depresivos, taquicardias, miedos... pueden ser síntomas y signos de bajadas de glucosa.

Cuando el organismo sufre un desplome de glucosa, los niveles de histamina aumentan para permeabilizar los tejidos y, en mi opinión, ayudar en la distribución de la escasa glucosa disponible.

Si tienes histaminosis no te centres únicamente en no consumir alimentos histaminicos. Es más probable que tus problemas vengan de un descontrol de la glucosa que de comer tomates, pimientos o pescado azul.

Unos hábitos de vida equivocados, la falta de cromo, niacina, magnesio y Omega 3, el estrés crónico, el exceso de estimulantes... pueden estar detrás de bajadas de glucosa no diagnosticadas y un aumento de histamina.