¿Por qué nos cuesta tanto dejar el dulce?.

Los azúcares, y especialmente los alimentos que mezclan grasa y azúcares como la bollería, pasteles, galletas, chocolate, son especialmente adictivos no sólo por la producción de dopamina y otras sustancias que generan euforia y bienestar (momentáneo), sino porque son sustancias que van unidas a emociones y sensaciones..

Cuando somos pequeños y nos celebran el cumpleaños, cuando relacionamos el cariño y la atención, cuando estamos enfermos y nos animan con algún chocolate, cuando vamos al médico y por no haber llorado nos regalan un caramelo, etc etc etc., estamos creando adicción emocional, aparte de la física… y eso es difícil de dejar… cuando eliminas el azúcar no sólo estás eliminado la galleta, también el cariño, el arropo, los mimos, el amor y todo aquello que asociaste a ese alimento o ingrediente…

Si todo eso no es suficientemente difícil, añade que en la Naturaleza lo dulce no suele ser venenoso. Nuestros ancestros no tenían supermercados donde ir a escoger la comida… lo hacían agarrando lo que les ofrecía la Naturaleza y ¿cómo podían distinguir entre algo comestible y algo tóxico y letal? a través de los sabores, el sabor dulce es amigable, va unido a la supervivencia, lo dulce no mata en el mundo de la Naturaleza (sí, en el mundo de los supermercados).

Por eso, porque es un sabor unido a nuestra evolución y porque lo unimos a emociones buenas y porque además genera dopamina y otras sustancias muy placenteras para el organismo, es tan difícil de dejar.

Acéptalo… y sigue sin consumir azúcar.