En los años sesenta y setenta, en EE.UU. unos científicos dieron la voz de alarma diciendo que las grasas saturadas (huevos, mantequilla, grasa de cerdo, carne grasa…) eran nocivas para la salud. A raíz de esa teoría se comenzaron a reducir las grasas y a aumentar los carbohidratos.

A partir de ahí todos los países industrializados adoptaron esa nueva idea de dieta y la población comenzó a cosumi cereales y productos bajos en grasa (light), industrializados y ricos en azúcares.

El bajo consumo de grasas y el alto consumo de carbohidratos ha sido nefasto para nuestra salud, disparando, desde entonces, problemas como la diabetes, obesidad, endometriosis, ovarios poliquísticos, cáncer, candidiasis, artritis, adicciones alimentarias, etc.

Las grasas son sanas y muy necesarias. Nuestras células están recubiertas de una membrana lípida importante para que los receptores celulares funcionen correctamente, para que los nutrientes entren en la célula y para que ésta pueda desintoxicarse. 

No escatimes en grasa sana y ecológica. Añade a tus comidas pescado azul, aguacate, aceitunas, frutos secos, semillas, huevos, mantequilla, carne, aceite de oliva y de coco, ghee...