Cada día más y más personas (la mayoría de los que vivimos en países con mucha variedad y abundancia en nuestra alimentación) luchamos para que el cuerpo acepte alimentos que no están diseñados para nosotros, pero que hemos normalizado e incluso considerados como sanos. Alimentos como los cereales, los vegetales, las frutas, las semillas...

Buscamos terapias y terapeutas creyendo que algo pasa con nosotros, y en esa búsqueda encontramos profesionales que también piensan lo mismo, ¡¡¡BOOM!!! el binomio se ha creado. Resultado: una lista titánica de análisis, suplementos nutricionales y mucho tiempo y dinero invertido, terapias interminables… yo también participé en estos binomios durante años… un día me di cuenta de que no era normal lo que estaba pasando: una salud cada día peor, alimentación cada día más cara con productos cada vez más sofisticados, cantidad de suplementos para compensar deficiencias ¿con la variedad y cantidad de alimentos que tenemos en nuestra nevera? Algo estaba fallando y me planteé:

Si las vacas comen pasto; las jirafas hojas y brotes; los tigres carne, y ninguna especie amplia su alimentación tratando de comer lo que otras especies comen, y mucho menos se empecinan en que esos alimentos les sienten bien ¿por qué el Humano se empeña en comer alimentos tan variados y sobretodo no diseñados para él?.

Sí, cada día lo tengo más claro, porque lo he visto en consulta y por propia experiencia: necesitamos una alimentación muy, pero que muy básica, basada en proteínas animales y grasas saludables proveniente de éstas. Todo lo demás son acompañamientos que no solo no son necesarios para nuestra salud sino que en muchos casos son contraproducentes.

Para mucha gente este tipo de alimentación es impensable por aburrida, y porque cree que la falta de variedad genera deficiencias (lejos de la realidad).

Observa la Naturaleza y verás cómo funciona, lo poco que necesita la vida.