Algunas mujeres han pasado tanto dolor vaginal debido a la candidiasis, que tienen miedo a tener relaciones sexuales, a pesar de sentirse bien al finalizar del tratamiento.

Ese miedo genera que la musculatura vaginal se contraiga, causando dolor en las relaciones sexuales. Es un pez que se muerde la cola: el miedo genera dolor y el dolor genera miedo.

En estos casos recomiendo, en primer lugar, ser consciente de que este dolor ya no pertenece a la candidiasis (esto baja el estrés mental y afloja la tensión muscular). En segundo lugar, usar lubricantes naturales (Aceite de Pompeya, Aceite Personal de Giura, aceite de almendras o de coco) para hacer las relaciones sexuales más fáciles. Y, en tercer lugar, y si no se siente mejoría con estos dos pasos, acudir a un fisioterapeuta de suelo pélvico para relajar la zona genital.
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