Azúcar.
El gran estresante. Aumenta los niveles de glucosa, causando el efecto rebote o bajón de azúcar. Esto hace que produzcamos adrenalina para rescatarnos de este estado. Además acidifica la sangre, como cuando sufrimos estrés emocional.

Chocolate.
Su ingrediente activo es el cacao, que contiene teobromina. A algunas personas con el sistema nervioso sensible, les puede producir el mismo efecto que la cafeína. Además, el chocolate suele incluir azúcar y ya hemos visto sus efectos.

Bebidas de cola.
Tienen cafeína, azúcar y aditivos, sustancias todas altamente estimulantes y antinutrientes.

El organismo no sabe ni distingue de dónde proviene el estrés, si de un café o de un disgusto familiar... la reacción bioquímica es la misma. 

Si consumes estas sustancias estresantes, hazlo con mucha moderación, no de forma diaria.