Estas semanas he hablado con muchas personas que están disfrutando del confinamiento porque éste les está dando la oportunidad de hacer cambios en su vida... al menos no tienen que ir a trabajar a un lugar que aborrecen, o hacer las cosas que no quieren hacer o estar con las personas con las que no quieren estar.

Y esto puede ocurrir igual con los problemas de salud. A veces las enfermedades o desequilibrios se instalan para apoyarnos en nuestro deseo de dejar de ser quienes no somos y de vivir como no queremos vivir.

Y no, no es necesario que sufras para ser quien eres. Ni hace falta que ocurra una catástrofe mundial para que cambies el rumbo de tu vida.

Lo puedes hacer porque sí, porque te lo debes y porque estás aquí para ser tú.